A todos nos ha pasado alguna vez: experimentamos los síntomas típicos de la gripe pero no nos sentimos tan mal, así que contemplamos continuar con nuestro entrenamiento de forma normal. El problema con esto es que no estamos seguros de si esto simplemente implica que estaremos ligeramente incómodos durante la actividad o si entrenar empeorará la situación.
Aquí te explicamos en qué casos es mejor descansar por completo y cuándo no hay necesidad de cancelar la sesión y simplemente se requiere reducir la intensidad del entrenamiento, todo esto de acuerdo con las recomendaciones de los expertos. Pero antes de continuar, un apunte: los criterios que verás a continuación son una buena guía general en circunstancias normales, no a la mitad de una pandemia. En este artículo también hablamos sobre las implicaciones del covid en este sentido.
¿Cuáles son tus síntomas?
Esto es lo primero en lo que hay que pensar. No es lo mismo tener tos o la nariz tapada que presentar fiebre o dolor de estómago. Tradicionalmente, se emplea la “prueba del cuello” para determinar si es seguro realizar actividad física.
Funciona así: si tus síntomas son del cuello para arriba, como estornudos o nariz tapada, entonces puedes hacer ejercicio, pero reduciendo el volumen y la intensidad del entrenamiento.
Por otro lado, si tus síntomas son del cuello para abajo, esto incluye problemas gastrointestinales, fiebre o dolor muscular generalizado, lo mejor es que le pongas pausa al entrenamiento y descanses un par de días.
Otra forma de verlo, como explica un grupo de investigadores de la University of Gothenburg en Suecia en el estudio “Return to Play After Infectious Disease”, es determinar si tus síntomas son locales o sistémicos:
Tener la nariz tapada o experimentar escurrimiento nasal es algo localizado y, en general, no requiere que hagas una pausa en el entrenamiento. La fiebre, taquicardia, dificultad para respirar o un ritmo cardiaco más elevado de lo normal, por otro lado, son indicativos de un problema sistémico. En este caso, se recomienda que el atleta descanse hasta que se recupere por completo.
El Dr. Howard LeWine de Harvard Medical School está de acuerdo. “Con la gripe o cualquier enfermedad respiratoria que cause fiebre elevada, dolor muscular y fatiga, espera a que la fiebre se vaya antes de volver al ejercicio”.
¿Qué hago si tengo síntomas de covid-19?
Todo lo anterior debería servirte como una buena guía para determinar si deberías entrenar si estás enfermo, pero esto en circunstancias normales. Actualmente, no estamos en circunstancias normales. La llegada del covid-19 ha provocado que debamos modificar muchos de nuestros hábitos y comportamientos y eso es cierto también en este caso.
Desafortunadamente, algunos de los síntomas indicativos de la presencia de covid-19 en el cuerpo son los mismos que los de la gripe típica, tales como estornudos, fatiga y dolor de cabeza. Si experimentas alguno de estos síntomas, no sólo deberías suspender la actividad física, sino que deberías aislarte hasta estar seguro de que no tienes covid-19.
Suena obvio pero no está de más decirlo: esto no es sólo por tu propia salud, sino que tiene que ver con cuidar a los demás. Incluso si no has perdido el gusto o el olfato, signos inequívocos de que tienes coronavirus, lo mejor es que reduzcas al máximo el contacto con otras personas (si tienes que interactuar con alguien usa cubrebocas) y te hagas una prueba.
Cuanto más cuidadosos seamos todos en estos tiempos, más pronto superaremos esta pandemia. Toma en cuenta también que dejar de entrenar unos días no implica que perderás toda tu condición física ni tu masa muscular. Sólo asegúrate de comer bien y descansar adecuadamente.
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En resumen
¿Deberías entrenar si estás enfermo? Para determinar si es conveniente, puedes tomar en cuenta la “prueba del cuello” (si tus síntomas son del cuello para arriba, entonces puedes hacer ejercicio; si tus síntomas son del cuello para abajo lo mejor es que le pongas pausa al entrenamiento).
Otra recomendación de los expertos es determinar si tus síntomas son locales o sistémicos. En el primer caso, no suele ser necesario que dejes de ejercitarte; en el segundo sí se recomienda una pausa.
Dado que algunos de los síntomas de covid-19 en el cuerpo son los mismos que los de la gripe típica, si los experimentas, no sólo deberías suspender la actividad física, sino que deberías aislarte hasta estar seguro de que no tienes covid-19.