A ningún corredor le gusta escucharlo pero es la verdad: en algún momento, ya sea por una lesión, un ajuste de prioridades (acabas de convertirte en papá o mamá, por ejemplo), una enfermedad, un viaje o cualquier otra razón, tendrás que dejar de correr durante algún tiempo.
Quizá sean unos cuantos días o algunas semanas pero, sin importar cuán breve sea este lapso, sin duda empezarás a preocuparte por la posibilidad de perder tu capacidad aeróbica. A continuación te explicamos qué es lo que pasa en realidad con tu cuerpo cuando dejas de correr.
¿Perderé todo lo que he ganado?
Seguramente has escuchado que el running es un deporte muy celoso, lo dejas por un momento y de inmediato notas la diferencia. Hay algo de cierto en ello. Perder la condición es mucho más fácil que ganarla y si dejas de entrenar sin duda tu capacidad comenzará a reducirse. Pero eso no significa que tendrás que empezar desde cero cuando vuelvas.
Cuánto perderás exactamente dependerá de tu condición física antes del periodo de “desentrenamiento”, de qué hagas durante el tiempo que no vas a correr y de cuándo retomarás tu plan normal. Más abajo te contaremos lo que dice la ciencia a detalle, pero antes, para que no entres en pánico, diremos lo siguiente: si eres un corredor medianamente experimentado no perderás todo lo que habías ganado. A menos, por supuesto, que tu “break” dure varios meses o años.
¿Cuánto tiempo tengo antes de perder condición?
En términos generales, el declive en el rendimiento comienza a partir de los siete a 14 días de inactividad, dependiendo del invididuo. Eso significa que la caída comienza pronto, pero debes saber que tiende a estabilizarse con el tiempo.
En un estudio publicado en Journal of Applied Physiology, se analizaron las pérdidas en el VO2máx (la capacidad de transportar y utilizar oxígeno durante la actividad física, una medida del acondicionamiento) de un grupo de atletas tras 12, 21, 56 y 84 días de inactividad.
Después de 12 días, el VO2máx cayó en 7%. Tras esta primera caída, la reducción continuó, pero al llegar a 56 días empezó a estabilizarse en -16%. Después de 84 días (12 semanas), el VO2máx de los atletas era 18% menor que antes de empezar con el desentrenamiento. Si bien una caída de casi 20% es considerable, los sujetos continuaban teniendo un VO2máx superior al del grupo de control, compuesto por personas que nunca habían entrenado.
Esto significa que al regresar al entrenamiento estarás muy lejos de tus mejores marcas, pero regresar al punto en el que estabas será mucho más sencillo y rápido que llegar ahí por primera vez.
Lo que puedes hacer para reducir la caída en tu condición
Las actividades que realices durante el periodo de desentrenamiento son un factor para determinar la magnitud de la pérdida.
Si no eres capaz de correr pero puedes incluir entrenamientos de fuerza esto te facilitará el regreso al running. Recuerda que correr es un deporte de impacto para las articulaciones y cuando dejas de hacerlo, el cuerpo se desacostumbra. Tener músculos fuertes, especialmente aquellos que rodean a las rodillas, te protegerá cuando vuelvas.
Lo mismo aplica con el entrenamiento cruzado. Si dejaste de correr por una lesión pero puedes remar, nadar o pedalear sin dolor, podrás aferrarte sin problema a tu capacidad cardiovascular de manera que el día que salgas de nuevo a correr estarás muy cerca del punto en que te quedaste.
Finalmente, la nutrición. Hay personas que piensan “si no voy a poder entrenar, para qué sigo una dieta, mejor disfruto”. Cada quien es libre de tomar sus propias decisiones, pero si lo que te interesa es volver tan pronto como sea posible a correr al nivel en el que estabas, subir de peso comiendo hamburguesas mientras ves Netflix sólo hará más difícil ese proceso.
En resumen
Lo peor que le puedes hacer a un corredor es quitarle la posibilidad de sumar kilómetros. Desafortunadamente, las lesiones, enfermedades y agendas apretadas son parte de la vida. Cuando tengas que dejar el running por unos días, semanas o meses, ten presente que, si bien perderás un porcentaje de tu capacidad, eso no necesariamente significa que deberás empezar desde cero cuando vuelvas, sobre todo si tomas en cuenta los puntos que compartimos aquí.