Desde hace algunos años, la popularidad de la crioterapia de cuerpo completo se ha disparado. Cada vez son más los usuarios de esta tecnología, incluyendo tanto a atletas de élite (LeBron James y Floyd Mayweather la han utilizado) como personas comunes y corrientes que buscan optimizar su recuperación. Pero, ¿en verdad funciona y, aún más importante, deberías probarla? Investigamos.
¿Qué es la crioterapia?
En el ámbito de la medicina, el frío se utiliza como tratamiento para una variedad de condiciones. A este método, ya sea que se aplique de forma localizada o general, se le conoce como crioterapia.
En algunas instancias, la crioterapia se emplea para remover verrugas y otras lesiones cutáneas e incluso células cancerosas. Sin embargo, la aplicación que nos interesa aquí, y la que ha experimentado un gran crecimiento en los últimos tiempos, es la de la recuperación muscular postejercicio.
Esta terapia suele ofrecerse tanto de forma focalizada, para tratar alguna zona específica, como de cuerpo completo. Ésta última es la modalidad que goza de mayor popularidad entre atletas y entrenadores y se le conoce también como whole-body cryotherapy o WBC.
¿Cómo funciona la crioterapia?
La crioterapia de cuerpo completo se aplica en una cámara que tiene una abertura en la parte superior. El sujeto se coloca de pie dentro de la misma y mantiene la cabeza afuera. La cámara se enfría por medio de gas nitrógeno hasta alcanzar una temperatura aproximada de -100ºC. Una sesión promedio tiene una duración de dos a cuatro minutos.
Como revela un estudio realizado por el Dr. Chris Bleakley de Ulster University, publicado en el Journal of Sports Medicine, la crioterapia fue desarrollada originalmente para tratar enfermedades crónicas como esclerosis múltiple y artritis reumatoide. Sin embargo, al descubrir que tenía potencial para mejorar la recuperación postejercicio, comenzó a ser utilizada también por atletas de todos los niveles.
¿Cuáles son los beneficios de la crioterapia?
Como ocurre con todas las técnicas no tradicionales de terapia o rehabilitación física, por un lado están los conversos, aquellas personas que afirman que ofrece incontables beneficios que pueden literalmente cambiarte la vida, y por el otro están los escépticos, quienes prefieren ver evidencias científicas antes de probar o respaldar un método.
Estos son algunos de los beneficios que ofrece, de acuerdo con sus defensores:
- Afirman que la crioterapia de cuerpo completo reduce la inflamación postentrenamiento, lo cual acelera la recuperación muscular.
- Explican que la temperatura de la cámara pone al cerebro en modo de supervivencia. Como resultado, la sangre se dirige hacia los órganos más importantes del cuerpo. Cuando esto ocurre la sangre se oxigena, lo cual permite liberarse de las toxinas y el ácido láctico acumulado durante el entrenamiento.
- Aseguran que este tipo de terapia reduce los síntomas de migraña; combate la ansiedad; alivia el dolor de la artritis reumatoide y podría ayudar al tratamiento del Alzheimer’s.
En pocas palabras, se le promueve como un gran complemento para el entrenamiento y una potencial herramienta para tratar una variedad de enfermedades.
¿En verdad funciona?
La FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos) revela que a pesar de lo que afirman algunos spas y centros de wellness, no se ha encontrado evidencia de que la crioterapia de cuerpo completo funcione de forma efectiva para tratar ansiedad, artritis, Alzheimer’s o dolor crónico.
Adicionalmente, Aron Yustein, M.D, un oficial del Center for Devices and Radiological Health de la FDA, advierte que si bien quienes venden los aparatos para WBC aseguran que esta terapia puede mejorar la circulación, acelerar el metabolismo, mejorar la recuperación postentrenamiento y aliviar el dolor corporal, “hemos encontrado muy poca evidencia de la seguridad o efectividad para tratar las condiciones por las que se le promueve”.
En lo referente a los supuestos beneficios de reducción de la inflamación, vale la pena preguntarse si eso es, de entrada, algo deseable. La inflamación que ocurre después del ejercicio es una parte normal del proceso mediante el cual las fibras musculares se rompen y se regeneran, volviéndose más grandes y resistentes. Detener la inflamación con crioterapia podría inhibir la adaptación muscular, similar a lo que ocurre con el consumo de medicamentos antiinflamatorios.
Los riesgos de la crioterapia
Existen ciertos riesgos asociados con las cámaras de crioterapia como la deficiencia de oxígeno, lo cual, en un caso extremo, podría llevar a la pérdida del conocimiento. Esto se debe a que las cámaras suelen estar ubicadas en sitios cerrados y al llenarse de vapor, el contenido de oxígeno se reduce. Adicionalmente, entrar a una cámara de crioterapia con prendas mojadas (ya sea con sudor o agua) podría provocar quemaduras debido a las temperaturas extremas.
Ambos riesgos se reducen cuando un profesional está a cargo de operar el aparato. Si decides probar con crioterapia, asegúrate de hacerlo con la asesoría de alguien que conozca los protocolos de seguridad adecuados. Si éstos se siguen adecuadamente, “la crioterapia de cuerpo completo es absoutamente segura”, concluye una reseña publicada en Frontiers in Physiology.
¿Deberías probar la crioterapia?
Si quieres experimentar por ti mismo la sensación que brinda pasar unos minutos a -100ºC, definitivamente deberías probarlo. Sin embargo, deberías tomar la información que brindan los fabricantes, operadores y promotores con un grano de sal. La crioterapia no es la panacea para curar enfermedades ni ha demostrado mejorar sustancialmente la recuperación o el rendimiento físico.
El Dr. Chris Bleakley y su equipo recomiendan en el Journal of Sports Medicine tomar en cuenta que existen alternativas menos costosas para utilizar el frío a tu favor como la aplicación de hielo en los sitios donde se experimenta dolor e inflamación. Esto genera efectos fisiológicos y clínicos que son comparables con lo que se consigue por medio de una cámara de crioterapia. En pocas palabras, si te interesa cuidar tu presupuesto, no gastes en esto.
En resumen
La crioterapia de cuerpo completo o WBC es una alternativa cada vez más popular para quienes buscan optimizar la recuperación muscular postentrenamiento. Sin embargo, los supuestos beneficios que ofrece aún no cuentan con un respaldo científico sólido. Aquellas personas que quieran probarla deberían asegurarse de que haya un operador experimentado que conozca los protocolos de seguridad con ellas en todo momento. De esta manera pueden evitarse los riesgos asociados con este tipo de terapia.