¿Es cierto que el pollo tiene hormonas?

Es común escuchar que el pollo tiene hormonas que dañan al ser humano. Revelamos si se trata de un mito o realidad.
Revelamos si el pollo tiene hormonas dañinas
El pollo es la fuente de proteína animal predilecta en muchos países, esto gracias a su bajo costo. Foto: Jan Vasek / Pixabay

El pollo es una extraordinaria fuente de proteínas, es versátil y contiene muy poca grasa. En pocas palabras se trata de una excelente opción para quienes buscan una alimentación saludable, especialmente si tienen como objetivo ganar masa muscular. Sin embargo, existe la creencia de que para su crianza se utilizan hormonas. Éstas serían las responsables de que el pollo incremente su tamaño rápidamente. ¿Hay algo de cierto en esto? Investigamos.

Todos hemos escuchado alguna vez que el pollo tiene hormonas que podrían dañarnos y, por tanto, debería evitarse. Para la mayoría de quienes afirman que ese es el caso la mejor evidencia es el tamaño que alcanzan los pollos en la actualidad. Tiene sentido: si vas al supermercado hoy encontrarás piezas de pollo mucho más grandes que las que compraban tus padres o tus abuelos.

¿Es esa una señal de que el pollo tiene hormonas? Los expertos afirman que no es así. Empecemos diciendo que la FDA (la agencia encargada de regular alimentos y medicamentos en Estados Unidos) prohibe el uso de hormonas en el pollo, el cerdo y las vacas lecheras. No así en las reses para consumo humano o las ovejas.

La carne de res puede contener hormonas.
A pesar de que se cree que el pollo tiene hormonas, su uso está prohibido. No es así con la carne de res. Foto: Pixabay

El propósito de dichas hormonas es incrementar la tasa de desarrollo de los animales, con lo cual se puede producir más carne con menos alimento. La razón por la que no se utilizan en el pollo es una cuestión de costo. No resulta rentable su utilización por el tiempo que requerirían para surtir efecto, el cual superaría el ciclo de vida de las aves. Esto de acuerdo con Pilar Castañeda, académica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM.

El periodista y crítico gastronómico español Mikel López Iturriaga respalda lo dicho por Castañeda en el blog El Comidista del diario El País, donde se afirma que el uso de hormonas no es eficaz para engordar a los pollos.

¿A qué se debe entonces que cada vez sean más grandes? Es una mezcla de factores incluyendo mejor alimentación y una cruza selectiva para generar especímenes con características genéticas que les permitan crecer más rápido.

¿Deberías evitar el consumo de pollo?

Depende. Si lo que te mueve son consideraciones éticas no hay duda de que un régimen vegano o vegetariano podría funcionarte. Pero si tu motivo principal para evitar el pollo es que contiene hormonas que pudieran hacerte daño debes saber que no es así. Aunque se trata de un mito muy difundido, no hay información confiable que respalde esta hipótesis.

Por otro lado, sí existen evidencias de lo contrario. Para una investigación publicada en el diario El Universal, se adquirió carne de pollo en distintos establecimientos de la Ciudad de México y posteriormente fue llevada a que se le practicaran estudios. ¿El resultado? No se encontraron rastros de hormonas o antibióticos.

Por supuesto, esto no implica que no haya riesgos asociados con el consumo del pollo, aunque éstos pueden ser mitigados fácilmente con prácticas adecuadas para adquirirlo, manipularlo y cocinarlo como verás más abajo.

¿Cómo evitar las bacterias en el pollo?

La salmonela es un grupo de bacterias que causan enfermedades alimentarias, entre las que se encuentra la salmonelosis. Esta infección provoca diarrea, fiebre y dolor estomacal. 

Estas bacterias viven en los intestinos de los animales y las personas. De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, las bacterias que provocan salmonelosis pueden estar presentes tanto en el pollo como en la carne de res, huevos, cerdo y vegetales.

Para reducir el riesgo de entrar en contacto con estas bacterias, el National Chicken Council recomienda las siguientes medidas al consumir pollo:

  1. Lavado de manos antes y después de manipularlo. También es importante lavar tablas de picar y utensilios antes de emplearlos para preparar otros alimentos.
  2. Los alimentos crudos deben mantenerse separados de otros productos, tanto en tu carrito de supermercado como en el refrigerador y la cocina.
  3. No se recomienda enjuagar el pollo ya que eso no elimina bacterias y, de estar presentes, sería más sencillo que lleguen a otras superficies.
  4. El pollo debe cocerse completamente.
  5. Las sobras deben refrigerarse cuanto antes.

No deberías temerle al pollo. Se trata de un alimento saludable que puede ayudarte a alcanzar tus objetivos. Por supuesto, lo más importante es tener precaución al cocinarlo y siempre hacer caso a los expertos. Si un endocrinólogo te pide que dejes de consumirlo por afectaciones hormonales, será mejor que tomes su consejo. De lo contrario, no hay razón para eliminarlo de tu dieta.

En resumen

A pesar de que se trata de un mito muy difundido, no existen evidencias de que en la actualidad el pollo contenga hormonas que pudieran dañar al ser humano. Adicionalmente, la ley lo prohibe (no así con la carne de res o cerdo). Toma ventaja del alto contenido en proteínas de este alimento e inclúyelo en tu dieta.

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