El cuerpo humano es una máquina misteriosa. A pesar de que los científicos trabajan muy duro para desentrañar sus misterios, aún estamos muy lejos de comprender cabalmente cómo funciona cada uno de los procesos que tiene lugar en nuestro interior. Lo cierto es que el cuerpo es más inteligente de los que solemos pensar y aquí te presentamos la prueba.
Si alguna vez te has lesionado una pierna o un brazo, con toda seguridad te has preguntado si vale la pena seguir haciendo ejercicio o si conviene más esperar a recuperarte por completo para volver al gimnasio. Asumiendo que tomes todas las precauciones adecuadas, y tu médico lo autorice, definitivamente deberías continuar haciendo ejercicio. Esto no sólo porque es bueno para tu salud en general, sino porque incluso el miembro que tienes inmovilizado se beneficiará.
Lo que dice la ciencia
Por increíble que parezca lo que describimos arriba, eso es lo que encontró un grupo de investigadores de la University of Saskatchewan en Canadá. Para su estudio, publicado en el Journal of Applied Physiology, reunieron a 16 sujetos. A todos se les tomaron medidas de los músculos de las muñecas, tanto los extensores como los flexores. Adicionalmente, midieron la fuerza que eran capaces de generar con las manos.
A todos los participantes se les enyesó el brazo izquierdo y se les dividió de forma aleatoria en dos grupos: uno que realizaría ejercicios de fuerza con la muñeca contraria tres veces por semana, y otro grupo de control que no haría ejercicio alguno. El experimento tuvo una duración de cuatro semanas.
Al final, el grupo que hizo ejercicio con la muñeca libre preservó su fuerza en la muñeca inmóvil. También mantuvieron el volumen muscular. Es decir que entrenar únicamente el brazo derecho generó beneficios en el brazo izquierdo, el cual no se ejercitó por un mes.
En contraste, aquellos que no hicieron los ejercicios de fortalecimiento con el brazo libre, sufrieron pérdidas considerables tanto de fuerza como de masa muscular.
En resumen
Las lesiones son algo inevitable y no hay forma de reducir el riesgo a cero. Afortunadamente, lastimarte un brazo o una pierna no necesariamente significa que perderás toda la fuerza o el volumen muscular en esa zona. Esto dependerá de que te apegues a tu plan de entrenamiento y continúes trabajando el lado contrario (con los cuidados necesarios, por supuesto).
Los científicos han revelado que si un miembro recibe un estimulo constante, el miembro que se encuentra del otro lado también se beneficiará, a pesar de que se mantenga inmóvil. ¿Por qué sucede esto exactamente? Aún no lo sabemos con certeza, lo que está claro es que el efecto es real y deberías tomarlo en cuenta si un día tienes la mala suerte de estar lesionado.