Desde hace décadas conocemos los beneficios de la actividad física en general, y del running de forma específica, para la salud. Esta práctica tiene el potencial de prolongar la vida, darle un impulso al sistema inmunitario, fortalecer los huesos y ayudar a la pérdida de peso. (Para saber más de cada uno de estos puntos haz click aquí).
Esto bastaría para convencernos de atarnos las agujetas y salir a sumar kilómetros, pero algunos de los beneficios más grandes no están relacionados con el cuerpo, sino con la mente y no se habla suficiente sobre ellos. El día de hoy queremos contarte sobre el círculo virtuoso de correr y la salud mental. Se trata de algo que probablemente has comprobado tú mismo en la práctica, pero que, como verás aquí, también tiene un respaldo científico.
El círculo virtuoso del running y la salud mental
Los seres humanos somos criaturas de rutinas. Una vez que nos acostumbramos a hacer algo, sea bueno o malo para nosotros, resulta difícil romper con el hábito. La inercia es lo que nos impulsa a continuar. Esto lo puedes comprobar al ver a aquellos que fuman cigarrillos o quienes corren maratones. Evidentemente, el resultado en la salud es el opuesto entre unos y otros pero en ambos casos se trata de comportamientos que brindan recompensas y que una vez que adoptamos resulta difícil dejar.
Según las consecuencias que brinde el hábito que elijas podemos hablar de un círculo vicioso o un círculo virtuoso. Por supuesto, queremos apuntarle al segundo y eso es precisamente lo que puede generar el running.
Correr te pone de buen humor
Cualquiera que haya tenido un día pesado en el trabajo y al llegar a casa haya decidido cambiarse y salir a correr, o subirse a la caminadora, sabrá que se trata de un extraordinario mecanismo para liberar tensión. Pero más allá de la evidencia anecdótica, los científicos han decidido estudiar este fenómeno.
Para un estudio publicado en Archives of Physical Medicine and Rehabilitation, se pidió a un grupo de ultramaratonistas, personas que entrenan de forma moderada e individuos sedentarios que corrieran o caminaran (según sus capacidades) durante 25 minutos. Los primeros 20 a un ritmo duro (nivel 13 según la escala de esfuerzo percibido) y los últimos cinco a un ritmo sencillo (9 en la RPE).
Los científicos encontraron que incluso después de esta única sesión, el humor de todos los participantes había mejorado. Resulta especialmente interesante que la mejoría fue aún mayor para los ultramaratonistas y aquellos que entrenaban de forma habitual. ¿Qué podemos aprender de esto? En primer lugar que correr es, en efecto, una manera efectiva de mejorar el humor, y en segundo lugar que, si lo haces con frecuencia, el efecto de cada sesión individual será mayor que si no tuvieras el hábito de correr.
Evidentemente, resulta complicado reunir las fuerzas necesarias para salir a correr cuando te sientes deprimido, estresado o de mal humor. Pero si consigues superar la tentación de colapsar en el sillón y ver una serie, y en vez de eso optas por el running, lo más probable es que una vez que arranques tu estrés se reduzca y al terminar te sientas mucho más relajado.
El buen humor beneficia el rendimiento al correr
El otro lado de esta moneda es el beneficio que brinda tener un buen humor si lo que quieres es correr más y mejor. Para un estudio publicado en Psychology of Sport and Exercise, científicos de Ulster University en el Reino Unido investigaron los efectos de sonreír, fruncir el ceño y relajarse en la economía de carrera y la tasa de esfuerzo percibido.
Durante el experimento, 24 atletas corrieron cuatro bloques de 6 minutos a un ritmo equivalente al 70% de su VO2máx (para descubrir qué significa esto haz click aquí). En uno de estos intervalos se les pidió que corrieran mientras sonreían, en otro mientras fruncían el ceño, en uno más mientras se concentraban en relajar el torso y finalmente en uno más que corrieran de forma normal. Los investigadores los monitorearon a lo largo de toda la actividad.
Los científicos encontraron que al sonreír, los corredores requirieron menos oxígeno para mantener el ritmo, corrieron con una mayor economía y se sintieron menos exigidos que en el resto de los bloques. La mejoría en la economía de carrera, de acuerdo con Noel Brick, uno de los autores del estudio, fue de 2.8%. Si alguna vez te has preguntado por qué Eliud Kipchoge sonríe incluso en los momentos de más exigencia de un maratón, ahí tienes la respuesta.
Entonces, si te sientes estresado, molesto o deprimido, correr podría mejorar tu humor. Cuanto mejor sea tu humor, más eficiente serás para correr. Es la definición de un win-win.
Por supuesto, esto sólo funciona si eres constante así que nuestra recomendación si no eres un corredor todavía es que adoptes el hábito. Si ya tienes esta costumbre, no la dejes ya que correr es una extraordinaria herramienta para la salud mental.
