México: 3er lugar mundial IBSA Grand Prix

La selección mexicana tuvo un resultado excepcional en este torneo.
IBSA Grand Prix
Se trata de un juego fluido, casi sin interrupciones y muy apasionante. Foto: cortesía IBSA

Para muchos, el futbol es el deporte más hermoso del mundo. Esto no sólo por la espectacularidad de las jugadas que realizan los atletas más hábiles, sino por lo democrática que es esta disciplina. El futbol se juega en todas latitudes, sin importar nacionalidad, credo, cultura, clima o cualquier otra consideración. Es una pasión que une al mundo.

Cualquiera puede entender las reglas de este deporte y practicarlo con éxito. Esto incluye a aquellas personas que tienen alguna discapacidad. Quizá no lo sepas pero el futbol para ciegos y débiles visuales existe, hay una entidad global que lo rige, una serie de adaptaciones y reglas que permiten su funcionamiento y muchos atletas apasionados que demuestran que no hay obstáculos para perseguir sus sueños.

IBSA Grand Prix
Los representantes mexicanos se quedaron con el tercer puesto en esta justa. Foto: cortesía IBSA

Recientemente, se llevó a cabo en la ciudad de Puebla el IBSA Blind Football World Grand Prix. Se trata de un torneo mundial que reúne a algunas de las mejores selecciones de la especialidad. Es la primera vez que se realiza en territorio mexicano y la selección local consiguió situarse entre las tres mejores.

¿Cómo funciona el futbol para ciegos?

Este deporte se practica en una cancha similar a las de futbol rápido, con paredes en todo el perímetro. Los partidos son de cinco jugadores por lado. Esto incluye a cuatro jugadores de campo ciegos o débiles visuales y un portero que sí puede ver. Para tener igualdad de condiciones, todos los jugadores de campo tienen los ojos cubiertos.

Detrás de cada arco hay un guía que le brinda instrucciones a los atletas. Adicionalmente, los jugadores deben decir la palabra “voy” para indicar su posición en el campo a compañeros y rivales. Sobre estos detalles y más platicamos con dos integrantes de la selección mexicana: Carlos Alberto Rodríguez y Carlos Minchaca, jugador de campo y portero, respectivamente.

Para Carlos Alberto, conocer esta disciplina fue un regalo que le permitió reconectarse con una de sus más grandes pasiones. “Yo soy B1, ciego total”, afirma. “Tuve un accidente hace 10 años y cuando me dijeron que existía este deporte me dio mucha emoción porque yo antes de perder la vista jugaba mucho futbol”.

El equipo nacional y el cuerpo técnico en “La Madriguera”, cancha adaptada de Puebla. Foto: cortesía IBSA

Carlos Minchaca, por su parte, descubrió este deporte hace poco tiempo, pero de inmediato se enamoró de la disciplina. “A mi entrenador lo conocí en un club de futbol convencional. Por edad yo ya no podía estar ahí y él me ofreció la oportunidad. Me dijo ‘necesito un portero. Ven, inténtalo y si te gusta te quedas’. Empecé, me gustó mucho y ya estoy muy metido en este deporte”.

Como portero, no sólo tiene la responsabilidad de defender el marco nacional, sino que funge también como guía de sus compañeros. “Tú eres el único que puede estar hablando, además del guía de arco”, cuenta. “Tienes que estar al pendiente de tu portería y tus compañeros. Debes ser muy preciso en las indicaciones que les das”.

Carlos Alberto nos explica en qué difiere el balón que se emplea en el futbol adaptado de la versión convencional: “El balón tiene seis cascabeles en la circunferencia. Están cosidos en la parte interna para que no sea doloroso pegarle”. Es mediante el ruido que emite el esférico que los jugadores pueden ubicarlo en el espacio. Como mencionábamos arriba, los jugadores también deben hacer notar su presencia para evitar accidentes: “El ‘voy’ es para saber dónde está el compañero o el rival. Todos lo decimos”.

Como podrás imaginar, son muchos los estímulos auditivos de los que tienen que estar pendientes estos deportistas. “Conduces, tienes que escuchar el balón, escuchar al rival, escuchar al portero, al guía de arco… son muchas indicaciones que le estás dando al cerebro”, explica Carlos Alberto. “Al principio batallábamos mucho pero ya que te acostumbras se va haciendo más fácil”.

El IBSA Blind Football World Grand Prix

Este torneo se llevó a cabo del 2 al 7 de agosto y participaron siete selecciones: Argentina, Brasil, Costa Rica, Grecia, India, Japón y México. La albiceleste ganó las tres ediciones previas, en 2018, 2019 y 2021.

En esta ocasión, “La Madriguera”, primera cancha de futbol adaptado del país, ubicada en la ciudad de Puebla, fue la sede de emocionates encuentros que culminaron con la gran final entre las escuadras brasileña y argentina. Después de un empate a cero en el tiempo reglamentario, todo se definió en penales. En esta instancia, Brasil superó a su vecino sudamericano 3-2 y con esto se coronó campeón del evento.

Por su parte, México disputó el partido por el tercer lugar del IBSA Grand Prix frente a Costa Rica. La selección nacional abrió el marcador durante el primer tiempo, sin embargo, los ticos empataron en la segunda mitad. Al igual que la final, este encuentro por la medalla de bronce tuvo que definirse en penales. Gracias a un gol de Francisco Rangel, y un fallo del costarricense Felipe Ulate, los verdes de alzaron con el triunfo.

Además de celebrar este gran desempeño de parte de los representantes de nuestro país, queremos contribuir a que más personas se enteren de que existe esta disciplina y estén al pendiente de ella no sólo durante los torneos importantes, sino a lo largo del año con las ligas locales.

Me gustaría que la gente se anime a ver los deportes adaptados en general, no sólo el futbol. Es un juego super fluido, casi no para el balón. Todo el tiempo estás al pendiente, al filo de la butaca”, cuenta Carlos Minchaca. Junto con sus compañeros, este atleta es un orgullo para nosotros y hoy lo celebramos.

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