Cómo las “cheat meals” pueden ayudarte

Te decimos cómo encontrar el equilibrio en tu alimentación para ver resultados.
Cómo las cheat meals pueden ayudarte
Mejorar tus capacidades físicas y tu apariencia no significa renunciar a los alimentos que más disfrutas. Foto: Adobe Stock

Si quieres ver cambios en tu rendimiento y apariencia física, hay una sola cosa que resulta indispensable: disciplina. Sin ella no hay progreso. Esa es una de las mejores partes del fitness: obtienes justamente lo que inviertes. Si tu objetivo es volverte rico, quizá tengas un golpe de suerte y ganes la lotería. Si tu objetivo es tener un six-pack definido, hacer 20 dominadas o correr medio maratón, tendrás que trabajar por ello, no hay atajos.

¿Qué es exactamente la disciplina? Hacer las cosas que no tienes ganas de hacer pero sabes que son necesarias para llegar a tu meta. ¿Por qué la mayoría de las personas abandonan los objetivos de fitness que se plantearon al inicio del año? Porque una vez que pierden la motivación inicial, no hay nada que la reemplace. Es ahí donde entra la disciplina.

Sé constante pero no necesariamente perfecto

Habiendo dicho lo anterior, es importante mencionar también que no todo necesita ser perfecto. No pienses en el entrenamiento o la nutrición como un “todo o nada”. Para progresar no necesitas entrenar siete días por semana ni comer únicamente arroz con pollo hervido y brócoli. El cuerpo necesita descansar para recuperarse del esfuerzo y lo mismo ocurre con la mente: esa pizza que se te antoja desde el lunes podría ser el mejor incentivo para ser disciplinado hasta el domingo y una vez que llegue ese día, se convertirá en una merecida recompensa.

Un descanso para tu mente

La evidencia no es sólo anecdótica. Un grupo de investigadores de la Universidade Católica Portuguesa en Lisboa y Tilburg University en Holanda pusieron este concepto a prueba mediante una serie de experimentos. Lo que encontraron es que consumir “cheat meals” o “comidas de trampa” tiene el potencial de ayudar a algunas personas a adherirse a un régimen alimenticio.

Cheat meals
Haz un espacio para tus alimentos favoritos (sólo no te excedas) y verás resultados. Foto: Adobe Stock

Los científicos, que publicaron sus resultados en el Journal of Consumer Psychology, afirman que tener una política de cero tolerancia reduce la motivación con el tiempo y puede provocar que incluso la más pequeña desviación del plan original sea vista como catastrófica: “Si me comí una galleta entonces la dieta no funcionará y mejor la abandono por completo”. El estudio, dicen, “revela que podría ser benéfico portarse mal ocasionalmente, siempre y cuando sea algo planeado”.

Las condiciones

Debes ser consciente de tus porciones

La pérdida y la ganancia de peso son el producto de un balance energético. Por un lado está la energía que consumes a través de los alimentos (la medimos en kcal) y por otro lado la que usas durante el día, tanto en los momentos en que estás en reposo como cuando haces ejercicio. Si el total de kcal ingeridas supera el de kcal quemadas tenderás a subir de peso; si hay un déficit, bajarás de peso.

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Si eres consciente de esos números, puedes incluir una comida de trampa sin el riesgo de que caigas en un superávit demasiado grande. Digamos que la comida que se te antoja es una pizza. No es lo mismo comer dos rebanadas que comer seis. En el primer caso cumplirás con el antojo, en el segundo habrás ingerido muchas más calorías que las que necesita tu cuerpo y no podrás moverte al terminar.

Es una comida de trampa, no un día de trampa

Cheat meals
Puedes usar tus cheat meals en la mañana, tarde o noche, pero recuerda que no debe ser todo un día de exceso.

Digamos que amas los waffles con helado. Perfecto, puedes usar tu comida de trampa temprano en el día. ¿Prefieres las hamburguesas de McDonald’s para comer? No hay problema. ¿Eres fanático de los tacos al pastor para cenar? Excelente, disfrútalos. Consumir cualquiera de esas cosas de vez en cuando no descarrilará tus objetivos; pero comerlas todas el mismo día es otra cuestión.

No te obesesiones con quemar lo que comiste

Una sola comida de trampa, incluso si fue muy elevada en calorías, no se traducirá en una ganancia de grasa, así que no te preocupes. Si te sientes más cómodo entrenando un poco más duro al día siguiente, hazlo, pero no te obsesiones. Lo mejor que puedes hacer es simplemente retomar tu programa normal y ser consistente.

Te sugerimos la regla 90/10

Una buena manera de asegurarte de que vas por buen camino es elegir alimentos saludables el 90% del tiempo. Si lo vemos en términos de una semana, asumiendo que haces tres comidas por día, el 90% equivale a 19. Es decir que siempre y cuando 19 de las 21 comidas de esa semana estén basadas en elecciones saludables, consumir alimentos considerados “cheat meals” dos veces no debería ser un problema.

Lo más importante, más allá de porcentajes, es que tengas una relación saludable con la comida y sepas que comer algo considerado “trampa” no arruinará tu progreso. La vida es muy corta como para pasarla comiendo únicamente verduras hervidas. Encuentra un equilibrio que funcione con tu estilo de vida y tus objetivos y podrás disfrutar tus alimentos favoritos de vez en cuando y tener el físico que deseas. Sí a la disciplina pero no a la búsqueda de perfección.

En resumen

Para muchas personas, tener “cheat meals” de vez en cuando es una excelente forma de recompensarse por el esfuerzo realizado durante la semana y podría fomentar la adherencia a un plan nutricional. Esto está respaldado por la ciencia. Siempre y cuando tomes en cuenta ciertas condiciones, puedes disfrutar tus alimentos favoritos sin comprometer tus ganancias en el gimnasio. Aquí te explicamos cómo hacerlo.

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