Frecuentemente se habla de los beneficios que brinda el ejercicio para combatir la obesidad, mejorar la apariencia o maximizar el rendimiento deportivo. Estas deberían ser razones suficientes para que te inscribas a un gimnasio o adoptes el hábito de salir a correr de vez en cuando. Pero las bondades del entrenamiento no se terminan ahí. Llevar un estilo de vida activo tiene un impacto positivo en áreas que no habrías imaginado, una de ellas es la memoria.
Cómo impacta el ejercicio a la memoria
Efectos físicos
Con el paso del tiempo, el hipocampo, el área del cerebro que se encarga del aprendizaje y la memoria visual, tiende a encogerse, es una parte normal del envejecimiento. Lo que encontró un equipo de investigadores de la University of Pittsburgh es que esto puede revertirse mediante el entrenamiento físico.
Los científicos realizaron un experimento con 120 participantes. Aquellos que siguieron un programa que incluía ejercicio cardiovascular vieron un incremento de 2% en el volumen del hipocampo al concluir el estudio. Esto, afirman los expertos, “conduce a mejorías en la memoria espacial”.
El estudio fue publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America. Una investigación posterior, realizada por investigadores canadienses y holandeses, y publicada en el British Journal of Sports Medicine, encontró un resultado similar. En este segundo estudio el incremento en el volumen del hipocampo fue de 4% en total.
Esto significa, en pocas palabras, que mantenerte activo puede incidir directamente en el volumen del cerebro, con lo cual pueden prevenirse o contrarrestarse los efectos negativos que tiene el envejecimiento en nuestras capacidades cognitivas. ¿Quieres conservar tu memoria conforme envejeces? No dejes de hacer ejercicio.
Efectos emocionales
El rendimiento cognitivo en general se ve afectado severamente por el estrés y la ansiedad. Ambas cosas pueden reducirse con la actividad física. De esta manera, el ejercicio puede beneficiar indirectamente al desempeño en tareas que requieren memoria.
El ejercicio también promueve el sueño de calidad. De acuerdo con la Sleep Foundation, aquellos que sufren de insomnio y adoptan un régimen de entrenamiento reducen el tiempo que les toma quedarse dormidos en hasta 13 minutos.
¿Por qué es importante esto para la memoria? Mientras estamos despiertos, el cerebro recibe una gran cantidad de estímulos. Estos implican la codificación de nueva información. Al dormir, esta información es procesada y consolidada para preservarse a largo plazo. Los científicos creen que estos procesos no pueden ocurrir al mismo tiempo ya que requieren de los mismos recursos neuronales. El sueño es, por tanto, el momento perfecto para que el cerebro sea capaz de consolidar y almacenar la información que recibe.
Si quieres ser capaz de recordar algo a largo plazo, además de estudiarlo, necesitas darle la oportunidad a tu cerebro de consolidar esa información. Eso ocurre mientras duermes.
¿Cuánto ejercicio se necesita?
No hace falta que hagas una hora de CrossFit por día o corras un maratón. Los participantes en el estudio del British Journal of Sports Medicine realizaron caminatas dos veces por semana.
Hay que decir que esto no es un remedio milagroso. No vas a ser capaz de memorizar la tabla periódica sólo porque hiciste unas cuantas lagartijas o le diste la vuelta a la cuadra corriendo. Más que aumentar tu capacidad de retener información a corto plazo, esto tiene que ver con preservar tus facultades a lo largo del tiempo. Si no abandonas el hábito del entrenamiento, tu cerebro se mantendrá tan joven como tus abdominales.
En resumen
Sabes que hacer ejercicio puede ayudarte a modificar el volumen de tus músculos. Bien, pues algo similar ocurre con el volumen de tu cerebro si eres fanático del entrenamiento. El hipocampo, encargado del aprendizaje y la memoria visual, puede incrementar su tamaño como respuesta a la actividad física. Además, si haces ejercicio reducirás el estrés y dormirás mejor, ambas condiciones indispensables para tener una buena memoria.