Constantemente aparecen nuevas tecnologías que buscan optimizar la forma en que entrenamos y nos recuperamos. Si bien algunos accesorios como rodillos de espuma y aparatos de electroestimulación han mostrado beneficios, no deberíamos dejar de lado las opciones tradicionales de recuperación, tales como los baños de sauna. Se trata de una práctica que tiene siglos de historia en los países escandinavos y que podría mejorar tu salud y rendimiento.
El sauna (también puede usarse como término femenino), es un baño de vapor que tiene lugar en un recinto cubierto con madera. El objetivo de estos baños es promover la sudoración y con ésta la higiene y relajación. La temperatura oscila entre 75ºC y 100ºC. A diferencia de las salas de vapor, en las que la humedad puede alcanzar el 100%, en los saunas ésta se mantiene alrededor de 15%.
Los saunas son tan populares en Finlandia que se estima que hay aproximadamente 2 millones de saunas, algo sorprendente dado que la población es de 5.3 millones. A continuación te contamos cuáles son los beneficios que brindan.
Beneficios del sauna para la salud y el rendimiento
Reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares
Para un estudio publicado en 2015 en JAMA Internal Medicine, investigadores finlandeses estudiaron a 2,315 personas durante dos décadas. Al monitorear la frecuencia con que tomaron baños en sauna (una, dos a tres o cuatro o más por semana), encontraron una relación entre la frecuencia de las sesiones de sauna y un menor riesgo de muerte súbita cardiaca, enfermedad coronaria, enfermedad cardiovascular y mortalidad en general.
“Nuestros resultados sugieren que los baños de sauna son un hábito de salud recomendable”, escribieron los investigadores.
Prevención de la demencia
Se conoce como demencia al deterioro de la capacidad mental que interfiere con la calidad de vida de las personas. El Alzheimer’s es un tipo de demencia. Un estudio de 2017, realizado por los mismos investigadores que el que mencionamos más arriba, y publicado en Age and Ageing en 2017, encontró que las sesiones regulares de baño en sauna tienen el potencial de reducir el riesgo de sufrir demencia en general y Alzheimer’s en particular. Se trata de una buena noticia para quienes tienen este hábito, aunque los investigadores aseguran que se requieren más estudios para identificar los mecanismos que producen estos resultados.
Reducción del dolor en enfermedades reumáticas
En 2018, investigadores de la School of Health and Biomedical Sciences de RMIT University en Australia encontraron que además de los beneficios mencionados previamente, tomar baños de sauna de forma regular tiene el potencial de beneficiar a aquellas personas que padecen de enfermedades reumáticas, tales como fibromialgia y artritis reumatoide.
Para llegar a esta conclusión tomaron en cuenta información de dos estudios, uno holandés y otro japonés, en los que los participantes reportaron una reducción de dolor, lo cual mejoró su calidad de vida.
¿Qué hay del ejercicio? “Los baños de sauna podrían mejorar el rendimiento deportivo de los atletas”, dijeron también los investigadores australianos, quienes en total analizaron 40 estudios con más de 3,500 participantes.
Recuperación postentrenamiento
Este es por mucho el beneficio que más interesa a los atletas. Si bien aún no hay un consenso en este sentido, hay investigaciones que permiten ser optimistas. Un estudio finlandés de 2015, publicado en Springerplus, el cual analizó a 10 hombres activos encontró que el sauna infrarrojo lejano a temperatura media, entre 35 y 50ºC, con un nivel de humedad ligero, entre 25 y 35%, puede beneficiar la recuperación del sistema neuromuscular después de una prueba de esfuerzo máximo.
¿Qué es un sauna infrarrojo? Se trata de una opción en la que el cuerpo se calienta directamente, en vez del ambiente, con luz. De esta forma, el calor penetra de forma directa la piel.
Más allá de este beneficio a la recuperación, se le ha promovido como una forma de “detox”. En este sentido hay que tener presente que, como ocurre con todo tipo de modas en torno a la salud, el entrenamiento y la nutrición, hay que diferenciar el marketing de la ciencia. La desintoxicación es labor del hígado y los riñones, no de la dieta o el sauna, así que si ese es tu objetivo, el sauna infrarrojo podría ser una pérdida de tiempo. “No hay datos que respalden la idea de que el sauna infrarrojo libera más toxinas”, le dijo la Dra. Jennifer Haythe, cardióloga, al Wall Street Journal.
Precauciones al usar un sauna
Si decides probar con esta opción de relajación y recuperación debes tener en mente que el tiempo recomendado es de 5 a 15 minutos. Si excedes ese tiempo incrementas tu riesgo de sufrir deshidratación. Hablando de lo cual, es importante que consumas líquidos antes y después de entrar al sauna. Bajo ninguna circunstancia consumas bebidas alcohólicas antes o después de probarlo. El alcohol puede evitar que sudes y esto incrementa el riesgo de que tu temperatura corporal se eleve demasiado.
Las personas que tienen problemas cardiacos o hipertensión deberían consultar con su médico antes de entrar a un sauna. Tampoco se recomienda para las mujeres embarazadas.
En resumen
Los baños de sauna son una práctica con siglos de antiguedad en los países escandinavos. Investigaciones recientes han demostrado que existen beneficios al adquirir este hábito, siempre y cuando se tomen las precauciones adecuadas. El sauna puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, ayudar a prevenir la demencia, reducir el dolor provocado por enfermedades reumáticas y favorecer la recuperación muscular.
