Algo que tenemos en común todos aquellos que amamos el deporte y estamos comprometidos de lleno con nuestro entrenamiento es que alguna vez nos han llamado necios, locos, aferrados, intensos y un largo etcétera. Entendemos por qué damos esa impresión, pero para ser honestos no podemos evitarlo. Nos hemos acostumbrado a la sensación de satisfacción y libertad que nos brinda utilizar nuestro cuerpo para aquello para lo que fue hecho: estar en movimiento.
En WRP nos encanta conversar con personas que comparten esta pasión y que buscan transmitirla a los demás. Es el caso de Alicia Ángeles, mejor conocida como Alice Non Stop. Además de ser atleta de alto rendimiento (ya hablaremos de eso más adelante), Alice es fitness coach y creadora del método ANS, el cual está basado tanto en su experiencia deportiva como en las certificaciones que ha adquirido a lo largo de los años. Acudimos a su estudio en Ciudad de México para que nos contara un poco de su historia.
Los comienzos
“Desde que era chiquitita mi familia siempre fue super deportista. Yo empecé con natación y tenis”, cuenta. “Mi papá ya hacía triatlón en ese entonces y yo competí por primera vez a los cinco años. Era tan chiquita que terminé en último lugar la bicicleta y ya querían abrir los carriles a la circulación. Mis papás me dijeron ‘¡Sí puedes, termina!’. Una botarga me acompañó a terminar la competencia. Ahí empecé”.
Este primer punto es clave. Para la mayoría de los atletas que hemos entrevistado, el origen de la pasión deportiva ocurrió a los cinco años de edad o antes (Tatiana Serur con el esquí acuático; Jahir Ocampo con los clavados; Roberto Saavedra con el running; Cynthya Lozada con la gimnasia). Por supuesto, eso no significa que no puedas encontrar esta pasión más tarde, simplemente ilustra el enorme impacto que tiene en los niños crecer en un ambiente deportivo. Si eres mamá o papá toma esto en cuenta.
Algunos años más tarde, tras muy buenos resultados en las competencias, Alice descubrió que tenía potencial para desempeñarse al más alto nivel en este deporte. “Mi mamá era mi entrenadora. Con muchas ganas pero sin conocimiento al respecto empezó a entrenarme a mí y a los hijos de unos amigos. Lo que empezó como una manera de pasar el tiempo en familia y entre amigos se convirtió en una pasión. Califiqué a nivel nacional muy pronto. Me seleccionaron para los Panamericanos y ahí empezó mi vida deportiva de una manera mucho más formal”.
El sueño olímpico
“Cuando ya tenía 17 no sabía si quería dedicarme a eso toda la vida y vivir del triatlón pero sí sabía que quería ir a los Juegos Olímpicos”. Terminando la preparatoria, Alice empacó sus maletas y se fue al otro lado del mundo, a uno de los países con mayor tradición en este deporte: Australia. “Me fui a entrenar, precisamente para prepararme para los JJOO”. Su trabajo era muy riguroso: “cuidaba cada paso que daba, tenía un diario donde llevaba registro de absolutamente todo lo que hacía, qué comía, cómo me había sentido, qué había entrenado… yo era como mi propio experimento”.
A estas alturas probablemente te queda claro que Alice es la clase de persona que si va a hacer algo lo va a hacer de lleno, enfocada al 100%. Esta disciplina, según cuenta, es algo que adquirió de su familia durante la infancia.
Desafortunadamente, en plena preparación para lograr su sueño deportivo, las lesiones la obligaron a cambiar sus planes. “Me lesioné las rodillas estando allá y ya no podía correr. Cada que lo intentaba, sentía que una aguja me perforaba la rodilla. Terminé operándome y dejando el triatlón profesionalmente”.
Una nueva vida
Alice regresó a México y se dedicó a estudiar. Si bien continuaba haciendo ejercicio, ya no lo hacía de forma competitiva. Participó en un triatlón tiempo después pero lo hizo únicamente con la intención de divertirse y afirma que es el evento que más ha disfrutado.
Al terminar la universidad, comenzó una carrera en el medio financiero y de nuevo empacó sus maletas, esta vez para dirigirse a Nueva York. “Estando allá todas mis amigas me buscaban para que las ayudara a hacer ejercicio. En Nueva York ya estaba el boom de los estudios, entonces empecé a visitarlos y hacer reviews. Yo te decía ‘si vas a entrenar a este estudio, puedes lograr tales resultados’. Así es como surge la idea de hacer Alice Non Stop”.
Tiempo después, Alice y su esposo decidieron volver a México pero antes de marcharse quería capitalizar la figura de Alice Non Stop. Su intención era traer una franquicia de algún estudio de fitness a México pero, nuevamente, el destino tenía otros planes para ella. “Mientras estaba en esa búsqueda, me sobreentrené para un maratón y tuve una fractura por estrés en la cadera. Pasé por un proceso de rehabilitación muy duro. Por seis meses no pude apoyar la pierna”.
Eventualmente, se recuperó y continuó su peregrinar por la escena del fitness neoyorquino. “Cuando ya estaba mucho mejor encontré un estudio en el que fortalecían muchísimo la cadera, muy de la línea de lo que yo estaba haciendo en fisioterapia. Le dije al dueño ‘vamos a México’. Me dijo que no estaba listo pero me aconsejó que me certificara para poder armar lo mío”. Alice decidió seguir su consejo y tras mucho estudiar y practicar comenzó a desarrollar el método ANS.
El método ANS
“Es un método peculiar porque es algo a lo que no estamos acostumbrados”, explica. “Solemos enfocarnos en el trabajo de los músculos grandes y yo me enfoco en los chiquitos. Para alcanzarlos, necesitamos hacer posturas particulares. Las posiciones en las que trabajamos salen de lo convencional”.
Lo que define a este método son movimientos muy lentos en los que se hace énfasis en el control el cuerpo. El objetivo es fortalecer los músculos estabilizadores. “Te ayuda a desarrollar estabilidad que favorece a la columna, las rodillas y los tobillos. Además, estéticamente te da un resultado padrísimo porque se hacen unas pompas muy redonditas y muy levantadas”.
Como explica Alice, ANS, que tiene una sede en Lomas de Chapultepec y otra en Polanco, “no es un entrenamiento de cardio, es de bajo impacto. Eso es perfecto para personas que vienen saliendo de lesiones, mujeres embarazadas y mujeres en el posparto. Es un tipo de ejercicio que es muy amigable para el cuerpo”. En cuanto a los resultados, en ANS se enfocan primordialmente en trabajar la cadera y los muslos: “Si para algo ANS es muy bueno es para pompa, chaparrera y el thigh gap”.
“Siempre me ha interesado el tema del mindfulness. Es un área importantísima del bienestar. Si puedes estar bien contigo misma, en paz y con la mente tranquila, todo lo demás se alinea”
Alice Non Stop
Cada sesión presencial tiene una duración de 50 a 55 minutos. “Empezamos con un calentamiento que nos sirve a las coaches para ver a nuestro grupo y poder medirlo. Esto va seguido de una o dos series de pie donde trabajamos muy fuerte el glúteo medio. Luego pasamos al piso con una, dos o tres series más. Esto va muy en la línea de Pilates donde trabajamos recostadas de lado o incluso boca arriba. Después brazo y abdomen y terminamos con estiramiento”.
¿Para quién es ANS?
La mayoría de quienes acuden a las clases presenciales o entrenan vía remota son mujeres, pero está abierto a todo el mundo. Como nos explica Alice, más allá del aspecto estético, tanto hombres como mujeres han visto beneficios en cuanto a recuperación de lesiones. “La parte que más satisfacción me da es cuando me dicen ‘desde que hago tu clase ya no tengo fasciitis plantar, lesión de rodilla o dolor de ciática’”.
Un grupo que se beneficia de forma especial con el método ANS son las mujeres embarazadas. “Lo primero es que el doctor te tiene que dar luz verde para lo que él considere apropiado para tu cuerpo y embarazo, pero al final moverte te va a ayudar a tener un embarazo más sano. Probablemente sufras menos dolores de espalda. También te ayuda a estar más feliz y tener más endorfinas, a estar más concentrada y tener un tiempo para ti”.
Alice sabe muy bien de lo que habla. Actualmente está esperando a su segundo bebé y asegura que, tras cuatro meses de embarazo, ya nota la transformación en su cuerpo. Con una mamá tan activa y apasionada como ejemplo, estamos seguros de que este bebé, al igual que su hermana, serán extraordinarios atletas también.
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