El hombre no ha sido sedentario durante toda su existencia. De hecho, si tomamos en cuenta que nuestra especie existe desde hace aproximadamente 200 mil años y apenas llevamos 10 mil viviendo de esta manera, podemos entender que la idea de pertenecer a un solo sitio y pasar todo nuestro tiempo ahí es bastante nueva.
Para algunas personas esta idea es reconfortante: “si tengo todo lo que necesito para vivir feliz en esta casa (colonia, ciudad, estado o país), ¿para qué irme a otra parte?”, piensan. La familiaridad les brinda confort. Por otro lado están quienes no se imaginan atados a un solo lugar; para ellos cada día es una oportunidad de conocer algo nuevo y expandir sus horizontes. “El mundo es demasiado grande y emocionante como para perdérmelo quedándome aquí”, piensan, en contraste con los primeros.
En este último bando se encuentra Tatiana Serur. Nació en Guadalajara, pero al describirla como “tapatía” o incluso “mexicana” no haríamos justicia a su espíritu viajero. Si a alguien le queda bien el mote de “ciudadana del mundo” es a ella. Platicamos con Tatiana hace unos días sobre su historia deportiva y pasión por los retos y la aventura.
El deporte como estilo de vida
Gracias a sus padres, Tatiana encontró su vocación deportiva desde muy pequeña: “A mi papá le encantaba el esquí de agua y me enseñó desde chiquita, a los tres años ya estaba parada en los esquís”, cuenta con la efusividad que la caracteriza. “Siempre fui multidisciplinaria: practicaba atletismo y jugaba futbol, tenis, voleibol… No hubo un deporte que no practicara”.
Además del aspecto competitivo y la posibilidad de canalizar su energía en algo positivo, Tatiana descubrió que el deporte funcionaba como una especie de terapia. “Conforme pasaron los años me di cuenta de que siempre era el momento en que mejor me encontraba, era la manera en que me quitaba el estrés. Cuando necesitaba estar mejor conmigo hacía deporte”.
La práctica constante de una gran variedad de disciplinas le permitió ir forjando con el tiempo un cuerpo capaz de lidiar con cualquier cosa. Además, le ha brindado la capacidad de adquirir nuevas habilidades y perfeccionarlas rápidamente (surf, remo, ciclismo, escalada, paddle board, entre muchas otras). Ambos factores son, al día de hoy, sus principales herramientas de trabajo.
Wake Up & Go
Su pasión por el deporte y su energía inagotable le han permitido materializar sus sueños de explorar el mundo. “Estoy trabajando con las agencias de turismo de distintos países para mezclar deporte con aventura y enseñarle a la gente que viajar no sólo es ir a comer y tomar, sino a disfrutar la naturaleza y los deportes que cada país ofrece”.
Esta labor le ha permitido vivir experiencias únicas, entre las que destacan aquellas que ha vivido sobre su bicicleta, en una modalidad conocida como bike touring, en la cual el atleta lleva consigo todo lo que necesitará durante su viaje y el único medio de propulsión es la fuerza de sus piernas.
“Mi primera experiencia fue cruzar la Baja. Me encantó y dije ‘lo que necesito es cruzar países en bicicleta’”. No pasó mucho tiempo para que esto se hiciera realidad. Junto con su mejor amigo emprendió un viaje desde Brasil a Chile. “Decidimos ir del océano Atlántico al Pacífico. Salimos de Florianópolis, Brasil, y terminamos en Valparaíso, Chile”.
Esta aventura les tomó dos meses y medio de esfuerzo, pero consiguieron llegar a la meta. “La primera semana pensé que no lo iba a lograr, pero el cuerpo reacciona. Es impresionante la habilidad que tiene para todo, lo que se rinde es la cabeza. Simplemente dije ‘Tatiana ya estás aquí, ponte las pilas’”. Nos llovió y nos pasó de todo pero cruzamos. Fue la mejor experiencia de mi vida”.
Tatiana hace énfasis en la importancia de llevar una vida equilibrada, y en este caso eso significa esforzarse para lograr el objetivo pero también tomarse el tiempo para disfrutar el proceso. “Hubo días de descanso para conocer las ciudades, es una cuestión de balance. El punto no era ir a hacer medios fondos o un fondo diario, sino la satisfacción de conocer ciudades completamente diferentes. Ese proyecto nunca va a morir, ¡quiero conocer el mundo en bici!’”.
Combustible plant-based
La alimentación es un factor esencial para rendir bien en cualquier disciplina, pero aún más para alguien que está en constante movimiento como Tatiana. Ella descubrió la importancia de comer bien desde que era muy joven.
“Soy visceral y todas mis emociones se van al estómago entonces cuando tenía 17 o 18 años empecé a tener muchos problemas estomacales y me di cuenta de que tenía que poner mucha atención a ello. Tomé las riendas de mi alimentación desde muy chica por ese problema y con eso me di cuenta de lo importante que era lo que comía, es la gasolina que me impulsa”.
Hace exactamente un año, Tatiana decidió probar con el veganismo. Si bien existe una multitud de ejemplos de atletas de alto rendimiento que consiguen hitos impresionantes con una dieta 100% basada en plantas, desde Venus Williams hasta Lewis Hamilton o Scott Jurek, aún perdura el mito de que se necesita proteína animal para rendir al máximo. Tatiana es un ejemplo más de que no es el caso.
La decisión de probar con este esquema estuvo motivada por su compromiso con las causas medioambientales. “Tengo muchos convenios con agencias que tienen que ver con la naturaleza. Hice un viaje a La Ventana en Baja California y ahí me explicaron cómo funciona la pesca de arrastre. Fue un shock muy grande. Meses después conocí a una amiga que es vegana desde hace tres años y de repente abrí los ojos y dije ‘esto es lo mío. Es la congruencia que debo tener entre lo que hago, siento y quiero para este planeta’”.
Aunque asegura que pasó por un periodo de adaptación, hoy se siente muy bien. “Me encanta porque me siento con mucha más energía y menos pesada, además duermo mejor. Mi estilo de vida definitivamente cambió para bien”. Tatiana explica también que si vas a probar con el veganismo es importante poner atención a tu cuerpo y conocer cómo reacciona, de manera que hagas ajustes si es necesario.
Todo es cuestión de hábitos
¿Tatiana se cansa? Por supuesto. ¿Hay días en los que no tiene ganas de entrenar? Claro. Pero la diferencia es que su compromiso con el deporte, y con su propio cuerpo, es de largo aliento, no depende de la motivación del momento. Los días en que le cuesta trabajo salir a entrenar piensa en cómo se sentirá una vez que esté en movimiento.
“Cuando haces ejercicio segregas serotonina y es el momento en que más feliz te encuentras. Si cuando tienes flojera de hacer algo te acuerdas de cómo te sientes después te van a dar ganas de hacerlo. Cuando un día estoy cansada me acuerdo de cómo me voy a sentir al terminar y eso me impulsa. Cuando eso pasa, me felicito tres veces más”.
Es fácil seguir una rutina cuando estás en casa y puedes controlar todo lo que ocurre a tu alrededor, ¿pero qué pasa cuando te encuentras de viaje? “Cuando la gente piensa en vacaciones dicen ‘ya se arruinaron todos mis hábitos’, pero un hábito no se queda sólo en casa, se va a donde estés”. Ella sabe sobre esto, ha corrido y rodado en Amsterdam, San Francisco, Bangkok, Lima, Chicago e incontables destinos más.
Convierte al miedo en tu aliado
Una vez que adoptes la filosofía que compartimos los que hacemos We Rise Project y Tatiana Serur, de estar siempre en movimiento, invariablemente te encontrarás con cosas que te saquen de tu zona de confort. ¿Qué hacer en ese caso, paralizarte o seguir adelante? “El miedo es el mejor motor”, explica ella. “No debería ser a lo que le huyes. Si te da miedo algo es exactamente hacia donde tienes que apuntar. Si lo haces así entonces vas en el camino correcto en busca de tu paz y felicidad. Si estás en una zona de confort dejas de transformarte”.
A Tatiana le gusta promover el concepto de ser hombres renacentistas, en referencia a aquellos que exploran sus capacidades y no se conforman con enfocarse en una sola cosa. Piensa en Leonardo Da Vinci, el hombre renacentista por excelencia: pintor, arquitecto, anatomista, paleontólogo, botánico, escritor, escultor, inventor, etc., y contrástalo con la persona promedio hoy en día. “El hombre moderno siempre se queda limitado; el hombre renacentista es aquel que prueba con todo y nunca se queda con la duda de su capacidad. ¿Por qué parar? Eso es lo que nunca he entendido”. Nosotros tenemos la misma duda.
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