El cierre de una carrera brillante: Daniel Corral

Conversamos con el mejor gimnasta en la historia de México de cara a su participación en Tokio 2020
Daniel Corral
Daniel Corral asistirá a sus terceros Juegos Olímpicos en la tierra del sol naciente. Foto: @danielcorralmx

Cada cuatro años (cinco en este caso, debido a la pandemia de covid), miles de millones de seres humanos nos sentamos frente al televisor para presenciar el más grande espectáculo que ha creado la humanidad: los Juegos Olímpicos.

Los atletas que participan en este evento son la flor y nata de la humanidad. Estos hombres y mujeres representan, cada uno en su disciplina, el tope al que podemos aspirar como especie. Tener la oportunidad de ver sus hazañas en directo, a pesar de que se encuentren a miles de kilómetros de distancia, es un privilegio.

Con esto en mente, nos llena de orgullo poder conversar con uno de los protagonistas de esta justa, un hombre que muy pronto estará compitiendo en sus terceros juegos. Se trata, sin lugar a dudas, del mejor gimnasta que ha dado este país: Daniel Corral.

Hablamos con él previo a su partida rumbo a la capital japonesa y lo que descubrimos es a un atleta maduro, enfocado y entusiasmado por volver al máximo escenario del deporte mundial. Los Juegos de Tokio serán, en sus palabras, “la cereza en el pastel” de una trayectoria extraordinaria.

De vuelta a la base

La postergación de los Juegos de Tokio fue un golpe muy duro para atletas, organizadores, y fanáticos de todo el mundo, eso no puede negarse, pero, como ocurre con toda crisis, también trajo oportunidades valiosas para aquellos que estuvieran dispuestos a aprovecharlas. Eso es precisamente lo que hizo Daniel Corral.

“Lo que hice fue convertir esta dificultad en una oportunidad”, cuenta el atleta bajacaliforniano. “La pandemia me ayudó muchísimo porque aproveché esta oportunidad para analizar mi vida y carrera deportiva. Cosas a las que no les pones atención por estar enfocado en la rutina diaria. Fue una oportunidad para poner stop a todo y regresar a la base. Ese tiempo me permitió reconstruir toda mi vida, en el aspecto personal y en el aspecto deportivo”.

Daniel Corral
A lo largo de su carrera, Daniel Corral ha demostrado su talento y entrega en distintos escenarios, con excelentes resultados. Foto: @danielcorralmx

Con el mundo detenido, los centros de entrenamiento cerrados y los Juegos envueltos en incertidumbre, Daniel tuvo la posibilidad, y la visión, de sentarse a establecer prioridades y desprenderse de aquello que se había convertido en un lastre. Una vez concluido ese proceso, emergió un Daniel más ligero, animado y enfocado en lo que realmente importa. “Empecé a sentir un flow muy natural, muy auténtico”, relata. “Esa fue la manera en que lidié con esto. Lo aproveché y lo utilicé a mi favor para crecer”.

Los beneficios no fueron sólo mentales o emocionales, sino que esta etapa le permitió también brindarle un merecido descanso a su cuerpo: “Aproveché para dejar descansar y sanar muchas lesiones que estaba cargando de muchos años”.

Y es que tres ciclos olímpicos, además de incontables competencias nacionales y continentales, no son poca cosa. Que continúe desempeñándose al más alto nivel en este punto de su carrera es un testimonio de su resiliencia y de la inteligencia con que estructura sus entrenamientos.

Una despedida bajo sus propios términos

En lo esencial, el Daniel Corral que debutó en Londres 2012, el que se consolidó en Río 2016 y el que ahora tiene la mirada puesta en Tokio son iguales: la pasión y el talento permanecen intactos, pero, como él mismo explica, la motivación ahora es distinta.

Daniel Corral durante su participación en los Juegos Olímpicos de Londres 2012

”Anteriormente, uno de los motivadores principales que tenía era lograr hacer historia, ser un gimnasta internacional de clase mundial que pudiera poner el nombre de México en los mejores escenarios (lo logró, con creces). Ahora no hay expectativa alguna más que darme un regalo, disfrutar y poder hacer aquello para lo que soy bueno con una sonrisa, para crear un recuerdo y cerrar un capítulo importante en mi vida con una sensación de tranquilidad y sanación interna para poder continuar con otros proyectos en mi vida”.

En la Antigua Grecia se decía que los cisnes permanecían callados durante casi toda su vida y, antes de morir, a manera de despedida, entonaban una bella canción. La creencia dio lugar a la frase “canto del cisne”, utilizada para denominar la última gran obra de alguien. Es una metáfora apropiada para lo que está por vivir Daniel Corral, aunque él probablemente preferiría que habláramos de “el último baile”, en alusión a la última temporada de Michael Jordan.

Sea como fuere, Daniel tendrá la oportunidad de ponerle fin a su carrera olímpica bajo sus términos, haciendo lo que más le gusta en el máximo escenario. “Es una experiencia que me estoy regalando, de Daniel a Daniel. Será la primera competencia en la que lo voy a hacer 100% por mí”, asegura.

El regalo para nosotros es la posibilidad de presenciar, aunque sea a la distancia, este último acto. Estamos seguros de que será espectacular.

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