El icónico modelo Mercedes Benz 300SL ha sido a lo largo de los años insignia de la marca alemana. El diseño único de sus puertas hace que estos vehículos sean difíciles de olvidar, además que suelen ser vendido en pequeñas cantidades. Así es como llegamos a este auto único lleno de un sin número de opciones solicitadas por su dueño original, entre las cuales destacan el acabado en color marfil (se calcula que un 39% de los propietarios solicitan su auto en plata, el color estándar de Mercedes Benz), el interior en vinyl color crema con tartan rojo y un motor de alto desempeño con cuerpo superligero de aluminio que le quitaba unos 80 Kgs de peso al vehículo.. Como podrán ver este es verdaderamente un auto único en su tipo.
El propietario original del auto, Charles Robin A. Grant, comentó alguna vez que deseaba tener “El auto más nuevo, el mejor, el más rápido” y que por ello este Mercedes Benz 300 SL se convirtió en su última adquisición en 1956. Sus deseos hicieron que el vehículo fuera aun más raro, ya que en su afán por tener el auto más rápido, el suyo fue uno de tan sólo 29 autos con cuerpo hecho con la aleación de aluminio.
Entre los propietarios históricos de este Mercedes Benz 300SL está el legendario piloto británico David Piper que corriera con mucho éxito en los años 60, principalmente con la escudería Ferrari. Desafortunadamente, luego de un accidente en el set de la película de Steve McQueen (otro amante de los autos), Le Mans, perdió una pierna y su prótesis hizo complicado que pudiera subir y bajar de la “cabina” del Mercedes Benz 300SL por lo que se vio forzado a venderlo a finales de 1972
Uno de sus últimos propietarios el Dr. Michael Barrett decidió mandar el Mercedes Benz 300SL a ¡Nueva Zelanda! donde fue hasta este milenio y luego de años de negarse a venderlo a compradores europeos y americanos, cedió y lo vendió a su actual propietario que ahora lo pone a la venta a través de la casa Shaltkulisse en Alemania. El precio no es público pero podemos asegurar que tiene muchos ceros.